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El argelino cumple su tercera temporada en el club sin ganarse un sitio fijo y estable

Cuando Hassan Yebda llegó al Granada CF, lo hizo como un jugador de demostrada categoría mundial. Un lujo para un recién ascendido a Primera. No obstante, en sus primeros días ya se le vino acusando una falta de forma física flagrante, fruto de una mala pretemporada. En su debut ante el Betis quiso hacer de todo desde el mediocentro: tapar atrás y llegar con peligro arriba. Intentó las dos cosas y no le salió ninguna, pero el entonces entrenador Fabri confiaría en su calidad.

El argelino exhibía llegada pero le faltaba la calidad que se le suponía para ayudar a controlar los partidos desde el medio del campo. Comenzaron a aparecer pequeñas lesiones y su protagonismo se fue difuminando poco a poco, hasta perder su sitio. Los pocos minutos levantaron especulaciones en el mercado invernal ligando su nombre a la Fiorentina, pero finalmente el jugador permaneció en Granada. Desgraciadamente, en marzo de 2012 Hassan debió ser operado de una grave lesión en su rodilla derecha, que lo mantuvo fuera de los terrenos de juego.

Con el tiempo justo para incorporarse a la pretemporada de Juan Antonio Anquela en la segunda campaña del Granada en Primera, en el mes de agosto Hassan volvería a sufrir molestias en su rodilla, y la precaución ordenó retrasar su incorporación al equipo. Algo que finalmente se produciría en diciembre de 2012. Con Anquela, Yebda disputaría 43 minutos. Algo que, para un jugador de su calidad, es fatal. En el mercado de invierno volvió a sonar una salida que una vez más quedó en nada. Para colmo, en marzo el jugador volvía a pasar por quirófano para realizársele una artroscopia en la desgraciada rodilla derecha, lo que en principio le mantendría cuatro semanas de baja. Ya con Alcaraz al mando, Hassan no volvería a jugar con el Granada CF esa temporada. Aunque finalizaría la misma con una declaración de intenciones: “Quiero quedarme en el Granada CF, donde pasé el peor año de mi carrera por lesiones”.

A comienzos de la pretemporada para la 2013/14, Hassan era uno más. Sorprendió su gran forma física, más fuerte si cabe que antes, y afrontando cada choque en el entrenamiento como una oportunidad única para demostrar al entrenador que había vuelto. Su motivación era muy grande, y no tuvo problemas en disputar minutos en pretemporada, e incluso ser titular con buenas actuaciones y un gol en los dos primeros partidos de Liga. No obstante, la competencia en el centro del campo lo ha relegado momentáneamente a un segundo plano, por detrás de Iturra, Fran Rico y Recio.

Otra de las circunstancias que empañan la trayectoria de Hassan Yebda en Granada es su selección, Argelia. Pura pasión por los zorros del desierto, el jugador ha acudido a jugar con el combinado nacional sin tener el visto bueno del Granada en ocasiones, algo que ha hecho que se pusiera en duda su compromiso con la entidad.

Ante el Málaga y el Sevilla, Hassan volvió a tener una oportunidad. Y demostró que es un jugador válido. Su fuerza a la hora de ganar lances aéreos y su clarividencia para entender el fútbol y el trivote de Alcaraz le abre una puerta en el equipo cuando su compromiso volvía a estar en duda. Yebda es un profesional del fútbol y como tal quiere jugar siempre. Ha tenido oportunidades y las seguirá teniendo. El zorro del desiero precisa confianza.