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El delantero fulminó a los de Alcaraz con tres de los cuatro goles del Athletic

El Granada visitaba el Nuevo San Mamés en cuadro por segunda semana consecutiva, mostrando que la planificación de la plantilla podría haber sido mejor. Coeff y Mainz formaban pareja en la zaga por primera vez mientras Fatau volvía a ser titular en el centro del campo y Pereira era la principal novedad como titular tras su desafortunada falta cometida en los últimos minutos del encuentro en Mestalla.

Los primeros minutos del encuentro transcurrieron con el Granada plantando batalla al Athletic en su campo. Parecían los de Alcaraz dispuestos a faltar el respeto a los leones en su selva y ese atrevimiento fue castigado por Aduriz. El Athletic solventó la fuerte presión granadinista con la eficacia de sus centrales Laporte y Gurpegui. El francés con envíos al pie para los jugadores de la banda izquierda y centro del campo, y el vasco con lanzamientos en largo en busca de Aduriz, el encargado de bajar los balones para ponerlos a disposición de Muniain, Susaeta o Ander Herrera.

En el minuto seis, Aduriz haría el primero al batir a Roberto con un remate picado. Su salto no obtuvo dificultad ante la indiferencia de un Coeff que no se mostró preparado para combatir a un delantero centro de la talla del vasco. El Granada intentaba estirarse pero apenas hubo tiempo para la reacción cuando Aduriz hacía el segundo. En una jugada que parecía controlada, el delantero sorprendía con un chutazo desde la frontal del árae que previo paso por la madera de la escuadra entraba en la portería. No habían pasado ni veinte minutos.

Fatau pagó los platos rotos al haber visto una tarjeta amarilla en los primeros minutos de juego y por él entró Foulquier para ocupar la banda derecha retrasando a Brahimi al centro del campo. Aduriz y Munain volvían a tener dos buenas oportunidades para hacer gol pero el Granada mejoraba y estuvo cerca de probar a Iraizoz con los intentos de El Arabi, no muy acertado pero atrevido.

En la segunda parte, Alcaraz no tardaba en dar entrada a Riki por Nyom, quizás tras unos minutos de evaluar la situación en los que vio que existía alguna opción de remontar el resultado. El partido se convirtió así en un continuo ida y vuelta en el que el centro del campo tenía poco protagonismo. Brayan Angulo salvó un gol cantado de Susaeta. Ander Herrera amenazaba a Roberto con un remate potente lejano y el Granada intentaba acercarse sin la precisión necesaria. Brahimi intentaba echarse el equipo a la espalda ayudado por Pereira y Riki pero seguía sin haber suerte de cara a gol.

Si bien el Granada parecía negado para batir a Iraizoz, la desgracia haría su máxima aparición en un penalti claro de Mainz a Aduriz con el delantero relamiéndose para chutar a gol. Mainz sería expulsado por roja directa y Aduriz completaría su hat-trick batiendo a Roberto desde los once metros. En el 80’, un barullo en el área acabaría con un mal despeje de Roberto y una definición por arriba de Gurpegui para hacer el cuarto. El Granada solo se mantenía en pie por Iturra y Brahimi pero el quinto estaba más cerca que el gol de la honra.

En los últimos minutos, Muniain porfió por hacer su tanto pero Roberto no dio opción culminando un partido más que digno pese a los cuatro goles encajados. El final del partido dejaba a un Granada tocado, pero consciente de que el Athletic es un rival de Champions a día de hoy. La continuidad en el puesto de Lucas Alcaraz es una incógnita que se revelará en las próximas horas.