El marroquí se gana a toda Málaga desde que embarcara en la Costa del Sol
El vacío de velocidad, calidad y resolución que el Málaga Club de Fútbol había sufrido durante toda la temporada amainó tras la llegada de un futbolista. Un solo hombre capaz de hacer mejores a los demás. De origen marroquí pero de nacionalidad holandesa, responde al nombre de Nordin Amrabat.
Nacido en 1987 y educado en la cantera del Ajax, una de las mejores del mundo, el primer equipo profesional de su vida fue el Almere City, en la segunda división holandesa, en 2006. Con catorce goles en 36 partidos, se ganó el fichaje por el VVV Venlo y el debut en la Eredivisie. Sus diez goles en 33 partidos, un nuevo registro bastante notable, que no evitó que acabara desciendo. Pero su destino estaba en la máxima categoría y se produjo su fichaje por el PSV por 2.3 millones de euros.
En Eindhoven se encontraría con su amigo Afellay, hoy en el FC Barcelona. En un equipo de mayor categoría, Nordin bajaría sus registros haciendo, en tres temporadas, doce goles en un total de 42 partidos. Así, en 2010 se produjo su marcha al Kayserispor turco por algo más de un millón de euros. Bajo las órdenes de Shota Arveladze, Amrabat se encontraría con su mejor juego siendo titular indiscutible aunque sus registros goleadores seguirían siendo bajos con siete tantos en dos campañas.
No obstante, el Galatararay, experto en hacerse con lo mejor de la liga turca en una política similar a la del Bayern de Munich, se haría con sus servicios por 8.6 millones de euros, lo que habla bien del repunte de la carrera de un futbolista aún joven. Con “los leones”, Amrabat coincidiría con jugadores de la calidad de Sneijder y Drogba, algo que le impediría ser titular disputando no obstante una considerable cifra de partidos. Su segunda temporada sí que estaba resultando bastante más discreta y acabaría viéndose afectado por la normativa de la Federación Turca de Fútbol (TFF), que obliga a tener tan solo diez jugadores extranjeros.
El Galata le buscó una salida y ante el interés de Hull City, Groningen y Dinamo de Moscú, llegó a Málaga tras conversar con Bernd Schuster. Este internacional por Marruecos -15 partidos, un gol- andaba en una gran forma física y en menos de una semana fue de la partida en el vital derbi ante el Sevilla en la Rosaleda. Su gran actuación, participando de los 90 minutos del encuentro, lo convirtió en uno de los ídolos de la afición. Su siguiente partido, en Vallecas, lo consolidó como el futbolista experimentado, comprometido y con tablas que el Málaga necesitaba en su frente del ataque.
Tras apenas cuatro partidos con la blanquiazul, el Málaga inició conversaciones con los turcos para quedárselo en propiedad. Su velocidad y conducción desde cualquiera de los dos flancos y la facilidad para asociarse con sus compañeros ha sorprendido a muchos malaguistas que hoy disfrutan con cada partido que juega el “23” con la camiseta de su equipo. Un gran rendimiento que ya ha despertado el interés del Valencia de cara al curso que viene.
Desde que se hiciera con la titularidad, Nordin Amrabat no parece dispuesto a soltarla. Su gran hacer y su simpatía -tuvo un bonito gesto con un recogepelotas en el Sadar al regalarle la camiseta tras un enfrentamiento- lo convierten en una de las piezas que el Málaga Club de Fútbol espera tener en un futuro en Primera Divsiión. De momento, el objetivo de la salvación parece cumplido con el marroquí tirando del carro. El futuro se mantiene como una incógnita.
