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El Granada sufre una dolorosa goleada en Sevilla que le mete presión para ganar ese partido  que le daría la salvación virtual. Un gol en propia meta de Mainz precipitó la goleada y cuando el Granada intentaba el empate llegó el gol de Gameiro tras una cesión desafotunada de Ilori. M’Bia y Vitolo hicieron los otros dos tantos

El Granada CF llegaba al Sánchez Pizjuán con las importantes bajas de Roberto, Murillo, Fran Rico y Riki, por lo que Lucas Alcaraz se veía obligado a alinear a Coeff en el centro del campo y a Mainz junto a Ilori en la pareja de centrales. El Sevilla, por su parte, daba descanso a Bacca con Gameiro y suplía a Reyes con Marin.

Los primeros minutos discurrieron con nerviosismo y ninguna intención de jugar la pelota por parte de los granadinistas. El Sevilla dominaba el esférico ante una presión moderada de los atacantes nazaríes y en los primeros cinco minutos llegaron a botar tres saques de esquina que no conectaron con ningún rematador.

Antes del minuto diez, Piti encabezaba la primera llegada granadina que se solventaba con una falta en la frontal del área y la tarjeta amarilla para Carriço. El disparo de Recio no sorprendía a Beto, bien colocado en su palo. El primer tiro a puerta era para los visitantes y estos intentaban estirarse a través de Recio y Brahimi.

Cuando mejor pintaban las cosas, llegó la fatalidad. En primer lugar, un pase fácil de Mainz era interceptado con facilidad por un jugador sevillista que posteriormente aprovechaba el hueco a la espalda del central para asistir a Gameiro, que en su centro volvía a toparse con el central madrileño para que este desviara el centro a su propia portería sin que Karnezis pudiera hacer nada para evitarlo. No se había llegado al cuarto de hora.

Un disparo de Recio que no entró por milímetros –y por rozar en Fazio- era la respuesta granadinista, que veía como la fatalidad volvía a tomar protagonismo en su contra en un partido. Brahimi lo volvía a intentar con una internada en el área pero no lograría engañar al árbitro. El Sevilla, por su parte, buscaba constantemente la espalda granadinista por medio de los desmarques de Gameiro.

El Sevilla comenzaba a jugar en campo granadinista e Iturra se veía obligado a multiplicarse para cortar el juego interior de los de Nervión. Pasada la media hora, una combinación entre Marin y Gameiro obligaba a intervenir a Karnezis tras tocar nuevamente en un jugador granadinista.

El Granada comenzaba la segunda parte acorralando al Sevilla en su área sin llegar a estar acompañado por peligro real. Y la fatalidad volvería a parecer. No habían pasado ni cinco minutos cuando un balón al espacio para Gameiro era tocado con la punta por Ilori con el objetivo de ceder a un Karnezis que se había arrojado para recoger el esférico. El balón, que ya de por sí era gol, era empujado en la línea por Gameiro.

Para colmo, Recio, con problemas en el gemelo durante todo el partido, dejaba su lugar al chileno Bravo, que ya debutara ante el FC Barcelona. Marin ponía a prueba a Karnezis en uno de los pocos tiros a puerta que el Sevilla necesitó en el partido y evidenciaba que el partido se haría largo para los de Lucas Alcaraz. En el 58’, M’Bia hacía el tercero en un contragolpe gracias a la asistencia de Gameiro. El partido se ponía cuesta abajo y Nervión se daba cuenta de que una gran goleada podía llegar.

En el 68’, una nueva jugada desafortunada con un despeje de Mainz en el área que impactaba en Nyom, favorecía que Vitolo hiciera el cuarto. Un central volvía nuevamente a verse tristemente implicado en un gol del Sevilla, que se gustaba y humillaba. En el Granada, Piti dejaba su sitio a Ighalo en el 74’. Tres minutos más tarde, Nyom descansaba por Foulquier por el mismo motivo: ambos se encontraban apercibidos de sanción. El Granada lo intentaría en los últimos minutos, pero ni el potente disparo de El Arabi cerca del 90 tomó portería.

Cuatro goles en un partido que ni siquiera permitió soñar con el empate. El Sevilla venció con claridad haciendo lo mínimo y los de Lucas Alcaraz deberán preparar el próximo partido ante el Rayo en Los Cármenes para no sufrir hasta el final de temporada.