La irrupción del nigeriano supone recoger el primer fruto de una prometedora huerta
La llegada de Quique Pina y Juan Carlos Cordero al Granada, junto a la mano de la todopoderosa familia Pozzo, ha supuesto un antes y un después en la historia del Granada CF. A día de hoy, nadie duda de ello. Los nuevos propietarios dieron un cambio de 180 grados al club y a su filosofía: sumergieron en ella una idea primeramente camuflada que Isaac Success ha dejado al descubierto.
El Granada CF puede presumir orgulloso de pertenecer a uno de los proyectos deportivos más saludables –cero deudas- aunque bizarros –por la cantidad de fichas en propiedad- del mundo del fútbol: la trinidad conformada por la entidad del Zaidín junto a Udinese y Watford. Un proyecto en el que destaca una labor de scouting encomiable, capaz de competir con la de los mejores clubes del viejo continente. Marreh Sulayman es un ejemplo de futbolista tentado por otros grandes equipos que finalmente eligió venir a Granada.
La apuesta por algunos de los mejores jugadores jóvenes de los mercados sudamericano y africano ha supuesto un enriquecimiento potencial de la cantera, aportando futbolistas de ficha juvenil que pueden llegar a formar parte del B desde primera instancia. Si bien es cierto que el meritorio ascenso del filial a la Segunda B se obró con una inmensa mayoría de futbolistas españoles, fue el año pasado el de la consolidación de la idea de Pina. Bravo, Sulayman, Aboagye, Uche, Peña, Machís y el propio Success dieron la continuidad al modelo que iniciaron Tetteh –ya en la 2009/2010-, Murillo -indiscutible en el primer equipo ahora tras pasar por Cádiz y Las Palmas-, Boateng o Cuero. De cara a la presente campaña, las caras nuevas portan los nombres de Corozo, Mercado, Luizinho y Ramírez.
De esta espectacular baraja de nombres queda una incógnita que preocupa al aficionado: ¿donde queda el jugador local? Y existe una importante parte de razón en la exigencia, ya que el futuro del club debería encontrarse en la educación de sus más jóvenes valores y no en la importación de futbolistas del extranjero, que podría llegar a mimar la identificación de la grada con su plantilla. En sus últimas declaraciones a Ideal, Gino Pozzo se encargó de asegurar que esa asignatura pendiente es una de sus prioridades de cara al futuro del club.
Lo cierto es que, hasta el momento, el modelo ya es envidiado por muchos clubes de Europa. Muchos aficionados al fútbol se preguntan en este momento “¿de donde ha salido este Isaac Success?”. Y es que el nigeriano es la joya del modelo, el primer jugador que ha sido capaz de derribar la puerta del primer equipo y ganarse un lugar en Primera División de una forma extraordinaria: apenas acaba de cumplir medio año en España.
Success, que significa “éxito” en inglés, es la idea de Pina y Pozzo personificada en un futbolista. Talento natural y descaro a falta de experiencia, la que está dispuesto a darle un maestro del fútbol como Joaquín Caparrós, el mejor entrenador posible para este proyecto dado su nulo temor en la apeusta por los jóvenes. Parece claro que Success es solo el primero de una, esperemos, larga lista. Bienvenidos son.