El técnico del Granada se mostró resignado tras el partido, reconoció las deficiencias de su equipo y asumió el descenso
Parece que Tony Adams lo va aceptando. «La permanencia es muy complicada, pero mi trabajo sigue siendo intentarlo hasta el final, se lo debemos a los aficionados. Tenemos que luchar hasta el último minuto del último partido», defendió el inglés, adoptando un discurso oficialista con claro tinte pragmático. Asume la realidad.
El entrenador del Granada explicó que a su parecer los suyos «empezaron bien el primer cuarto de hora pero perdieron confianza y balones fácilmente, por ejemplo Hongla, que es un jugador inexperto». «Ha sido difícil encontrar motivación porque los jugadores tienen poca confianza, lo intentamos pero no fue suficiente», reconoció.
Hizo balance. «Creo que los jugadores son buena gente, buenos hombres, y lo intentan. Hoy hemos tenido deficiencias técnicas muy expuestas», admitió. «Me preocupa todo, la aptitud y la actitud: hay problemas con asuntos técnicos pero también de pasión. Como jugador nunca estuve en zonas de descenso pero debe ser difícil para los jugadores», empatizó. Les mandó un mensaje: «El fútbol es un mundo pequeño y si te ganas la reputación de no haber peleado en su día, no te querrá otro equipo. Es importante que se reconduzcan profesionalmente».
Fue cuestionado por la construcción de la plantilla, y sentenció: «Siete personas han perdido ya su trabajo por ello. No eran malas personas pero tuvieron problemas con el reclutamiento de jugadores, estuvieron muy influenciados por otros. Mi trabajo viniendo aquí en noviembre fue limpiar lo que no funcionaba, los errores, y espero estar dos años aquí para limpiar y reconstruir».
Sobre la afición dijo que «vienen aquí, pagan y animan, Los de mi derecha (por un sector de la grada de animación) son increíbles. Se lo debemos, estoy orgullosos. Voy a intentar mantener a todo el mundo motivado y unido hasta el final, sería genial conseguir una victoria».
Míchel: «Es agridulce ver esta situación en compañeros»
El técnico malaguista Míchel González tuvo palabras para el Granada en su rueda de prensa sin ni siquiera ser preguntado al respecto. «Es algo agridulce venir a un estadio y ver como unos compañeros de profesión están en un momento tan delicado como los del Granada CF hoy en día», expresó. «Es muy difícil jugar con esta tensión», comentó Míchel, «los jugadores estaban absolutamente abatidos aunque no sean de esta ciudad, de esta Liga ni de este país; en este clima de desánimo durante todo el año es muy difícil rendir». El entrenador se atrevió a opinar que «el equipo no es tan deficiente como muestra la clasificación».
Foto: Olga Arévalo