El exjugador nazarí entró en el terreno de juego en la segunda parte del partido y se llevó una nueva ovación, como en anteriores ocasiones
El lateral brasileño Guilherme Siquiera siempre será recordado como una especie de héroe en la capital granadina. Sus buenas temporadas en el club rojiblanco, donde consiguió el ascenso a Primera, han hecho que para la afición nazarí sea uno de sus ídolos, esté donde esté.
En la mañana del Domingo de Ramos, el entrenador del Valencia, Voro, decidió darle unos minutos casi al final del partido y Los Cármenes lo ovacionó, además de corear su nombre, todo lo contrario que ocurría en esos mismos instantes con Ezequiel Ponce, que cada vez que tocaba la pelota se llevaba una sonora pitada por parte del respetable por su mal gesto a la grada del templo del Zaidín cuando marcó el único tanto del Granada.
Siquiera, en declaraciones en zona mixta una vez concluido el partido declaró lo siguiente: «Estoy muy triste por el Granada. Contento por el trato de la afición, pero muy triste por la situación del club. Ha crecido económicamente. Llega gente con mucho dinero pero falta entender de fútbol. Si el Granada me quiere, futbolisticamente o para el futuro, yo soy granadino. La ciudad me encanta y mi familia es feliz aquí’
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