El Granada vuelve a ofrecer una pobre imagen y se lleva una nueva goleada en su primer partido como equipo matemáticamente de Segunda División. James sentenció el encuentro con dos tantos en diez minutos
“Volveremos”, citaban varias pancartas en una grada decepcionada que aún así se negó a dar la espalda a su equipo. Bonito mensaje, pero ensuciado por el plantel demasiado rápido como para ser apreciado, arrastrado por el lodo cuando el electrónico sólo contaba dos minutos.
El Madrid silenció el juego del Granada tan fácilmente como su afición silenció el himno local. La primera llegada corrió por cuenta de Lucas, un puñal al que nunca supo frenar Gastón Silva. El extremo gallego se internó en el área y, aún escorado, fue capaz de filtrar un balón al segundo palo que sólo tuvo que empujar James Rodríguez para abrir el marcador.
Revivir a los muertos es una de las especialidades de este Granada, y no podía cerrar un partido como el de hoy sin demostrarlo. Coentrao, desaparecido en el once por dinámica habitual, sumó una nueva asistencia con un acto tan sencillo como colgar un balón al área, James hizo el resto. Con diez minutos de juego, el colombiano ya había hecho más goles ante el Granada que trece jugadores de la plantilla nazarí a lo largo de todo el curso, algo que explica el porqué del descenso.
Con el equipo arrastrándose por el césped y el centro del campo completamente a la deriva, Adams tomó la decisión de reforzar la medular con la salida de Uche por un desaparecido Ally Mallé. Vano intento por tomar el balón en un equipo que hace de cada posesión un calvario para la paciencia de Los Cármenes.
Menos de media hora fue necesaria para ver un nuevo gol subir al marcador. Danilo se vistió de Lázaro y se unió a la resurrección de Coentrao para penetrar por banda y poner el balón raso al corazón del área. Morata esperaba sin marca en el punto de penalti para mandar el balón a la red besando el larguero. Tres goles, 29 minutos y cero espíritu de lucha, de esa “eterna lucha”.
Un rival muerto, sin orgullo y resignado siempre supone la presa perfecta para aquellos jugadores que tienen la necesidad de reivindicarse. Álvaro Morata es uno de ellos, y quiso hacerlo con un ‘doblete’. Tras recibir el balón de Asensio dentro del área, el ariete madrileño caracoleó para sacar un latigazo directo a la escuadra del palo que defendía Ochoa, anotando el cuarto y último tanto del partido.
Ante el festín de goles, los aficionados del Real Madrid emplearon su tiempo en animar a la grada rival cantando “Granada es de Primera”, algo que Los Cármenes supo agradecer con una ovación. Krhin se encargó de cerrar el esperpento del primer tiempo con un remate mordido cuando se encontraba dentro del área sin oposición alguna. El ecuador del partido al menos suponía quince minutos en los que el Granada no encajó gol.
La segunda parte se perdió en la intrahistoria de un partido al que le sobraron 45 minutos. Unos locales abatidos que no quisieron acercarse al concepto de futbolista y unos visitantes conformistas que evitaron echar sal en la ya sangrante herida de este Granada, que se arrastra pidiendo el golpe de gracia. Al menos Entrena jugó.
Ficha técnica
Granada: Ochoa; Foulquier, Hongla, Ingason, Gastón Silva; Krhin (Lombán 45′), Angban, Pereira (Entrena 80′); Cuenca, Ally Mallé (Uche 16′) y Adrián Ramos.
Real Madrid: Casilla; Danilo, Nacho, Ramos, Coentrao; Casemiro (Isco 68′), Kovacic, James Rodríguez; Lucas Vázquez (Mariano 76′), Asensio (Benzema 58′) y Morata.
Goles: 0-1, James Rodríguez (2′); 0-2, James Rodríguez (10′); 0-3 Morata (29′); 0-4 Morata (34′).
Árbitro: Ignacio Iglesias Villanueva. Amonestó a Ingason (87′) en el conjunto local.
Incidencias: partido correspondiente a la 36ª jornada de La Liga, que enfrentó a Granada y Real Madrid ante 22.273 aficionados.
Foto: Helena Callejón