

Los de Tarragona atraviesan un duro momento deportivo, algo que sumado a la complicada situación política de Cataluña, ha creado un entorno de crispación en el club. Su mal inicio está prolongándose demasiado en el tiempo y cada partido perdido es una oportunidad desperdiciada de salir del pozo. Por ello, el Nástic cambió de entrenador al poco de inciarse la liga
Es pronto para todo. Igual para celebrar ascensos que para alarmarse. Sin embargo en Tarragona se están dando todos los factores para alarmarse, cambio en el banquillo incluido. El difícil clima político-social de Cataluña ha incidido en el ambiente del club estas últimas semanas. Ya no sólo en la moral del plantel ni en la incertidumbre de qué pasaría si la independencia se proclama, sino también en la cancelación de un partido que, de ganarse, cambiaría mucho la clasificación actual del Nástic. Los de Antonio Rodríguez son penúltimos con un encuentro menos, pero la sensación que dan vista al futuro no es buena. No lo fue en los primeros partidos a las órdenes de Carreras y, a pesar de ser pronto, muchos ven muy necesario romper ya la dinámica en la que se ha sumergido el equipo tarraconense o volver a dar un giro de timón. Su juego ha dejado más oscuros que claros, con falta de gol (cinco) y facilidad para encajar (con 12 tantos). Especialmente preocupante es su desempeño como local, con dos derrotas duras (la goleada que le infligió el Sporting, 0-4) y una victoria sufrida ante el Albacete, equipo que le precede en la tabla.
De momento, Antonio Rodríguez no ha disfrutado de demasiado tiempo para demostrar qué puede tocar en este Nástic para que la dinámica ganadora aparezca y se dejen atrás los últimos puestos. De no dar pronto con la tecla, corre el peligro de anclarse a los vagones de cola y hacerse un fijo en las quinielas por descender. Tiempo tiene y calidad, al menos en las zonas de mayor influencia, también. O eso se le presupone a un medio del campo con Sergio Tejera manejando el tiempo y Maikel Mesa rompiendo líneas. Manu Barreiro es su mayor amenaza y tienen a toda una promesa española como Carlos Blanco en defensa. Debajo de la portería, otro reencuentro.
Portería
Si la semana pasada era Roberto Fernández el que volvía a cruzarse en el camino del Granada, esta semana le toca a otro ex. Además, en este caso, el que fuera rojiblanco sí cuenta con muchas papeletas para ser el titular. Hablamos del macedonio Stole Dimitrievksi, portero que defendió la meta del filial bastantes cursos y marchó el pasado año al Nástic de Tarragona para dar un paso adelante en su carrera. Era muy necesario el cambio en su trayectoria, pues no tenía apenas oportunidades de ser un fijo en el primer equipo. Poco a poco, ha ido ganando galones en Tarragona para hacerse con el puesto de titular. La alternativa para Antonio Rodríguez es el andaluz Bernabé, canterano de Betis y Atlético de Madrid.
Defensa
Juega con una línea de cuatro convencional, con dos laterales –Kakabadze y Javi Jiménez– que tienen el vuelo justo y necesario y la presencia de Xavi Molina como central. El polivalente jugador acostumbraba a ocupar el medio del campo para ejercer una tarea defensiva, pero ha ido cambiando progresivamente hasta reconvertirse en un central muy completo. No está teniendo su mejor temporada la zaga y eso a pesar de hacerse con una de las perlas de la Juventus, Carlos Blanco. El central español recaló en Tarragona para sumar minutos y experiencia a un alto nivel competitivo. En el banquillo encontramos a Suzuki, Perone y Djetei como opciones de recambio.
Medular
El doble pivote tiene en Tejera y Gaztañaga su mejor versión. Rodríguez cuentan también con Zahibo y Eddy Silvestre -otro ex -, para dar refresco a la zona más importante del esquema tarraconense. Si al equipo le falla esta parcela, no solo en la contención sino también en las tareas de inventiva, el juego del Nástic se aplana hasta quedar en nada. Así lo ha sufrido en las derrotas ante el Sporting o la primera jornada ante el Almería.
Por delante, dos extremos con desborde. Abraham, que también puede ocupar el lateral entero como carrilero, suele ser de la partida por izquierda, mientras que Maikel Mesa es de lo más destacable del equipo y tiene un sitio fijo en el once. Omar Perdomo, Álvaro Bustos y Tete Morente son los jugadores que esperan en el banquillo su oportunidad. La mediapunta parece cosa de un solo nombre, el de Juan Delgado, que da mayor dinamismo al juego en 3/4. Juan Muñiz y el veterano Ike Uche -otro con pasado en el Granada CF- han ocupado esa posición en un intento por sumar efectivos en ataque.
Delantera
Manu Barreiro es la primera opción en punta por su capacidad para jugar de espaldas y aprovechar el juego directo que suele desplegar el Nástic. Además del ya mentado Uche, Rodríguez tiene al joven Dongou, que destacó en el Barça B hace unos años y ha ido perdiendo en proyección estos últimos años. Emaná es otra opción de ariete puro, aunque no ha terminado de cuajar buenas actuaciones.
Su XI tipo
El FICHAJE | Jon GAZTAÑAGA
EL JUGADOR A SEGUIR | Carlos BLANCO