El Granada muestra una pobre versión de sí mismo en un partido que, a priori, debería haber ganado. Los jóvenes del filial hispalense interpretaron mejor el discurrir del juego y defendieron con aplomo la ventaja. Los rojiblancos apostaron todo a los balones colgados y perdieron la entereza defensiva en las dos acciones que dinamitaron la mañana
Lea aquí la crónica del Granada – Sevilla Atlético: «Dormidos en los laureles» (1-2)
El once titular
Javi VARAS (5) EXIMIDO. El guardameta estuvo, a pesar de lo que diga el marcador, ante uno de sus partidos más cómodos. El filial sevillista no inquietó demasiado y, cuando lo hizo con fuerza, se estrelló con el travesaño. No se le recuerdan grandes intervenciones y tampoco puede señalarse como culpable en los dos tantos. Uno, desde los once metros, y el otro con un remate inapelable.
VÍCTOR DÍAZ (6) DESCUIDADO. El lateral tuvo uno de sus peores desempeños en defensa, donde fue superado por Pozo, Matos y Curro en diversas ocasiones. Aún así, Víctor equilibró la balanza con un partido más que solvente en ataque, donde apareció con mayor coherencia que Puertas. Estuvo a punto de poner el empate con un testarzo soberbio. Lástima la madera. Puso un centro de ensueño a Joselu antes del descanso. Creció con el paso de los minutos.
CHICO FLORES (5) HUMANO. Sí. Tras varios partidos, podemos anunciar que Chico Flores comete errores como cualquier otra persona. El central había subido el nivel de la defensa varios enteros, pero en la mañana del domingo cometió fallos de bulto que él mismo lamentó en las redes sociales. Nada que no pueda entenderse y «perdonarse» a un central de tal categoría. Regaló el balón en varias ocasiones e hizo un penalti de manual. ¿Exceso de confianza? Le ocurre a los más grandes centrales
Matthieu SAUNIER (6) SENCILLO. El francés jugó uno de sus partidos más discretos y eso es una grata noticia. Defendió bien, persiguió la marca con acierto y robó balones muy peligrosos para los intereses de su equipo. Con el dominio del cuero, el central estuvo algo más aseado que su compañero y la jugó fácil.
ÁLEX MARTÍNEZ (7) SOLITARIO. Ironía o no, al principio de la temporada señalamos como uno de sus mayores obstáculos a su compañero, Darwin Machís. El venezolano, individualista en multitud de ocasiones, tapaba en exceso al ex bético. Tras varias jornadas, su conexión creció y el domingo el mayor problema de Álex fue la ausencia de Machís. No obstante, Álex mantuvo su nivel y fue el más destacado en defensa junto con Saunier. En ataque dejó buenos detalles, aunque la banda de Puertas y Díaz tuvo un mayor protagonismo sin razón aparente.
Ángel MONTORO (3) IMPOTENTE. Es una pena porque su partido, como tal, no merece una nota tan baja. Pero Ángel tuvo un error tremendo que penalizará a su equipo en los siguientes duelos. No tuvo demasiada brillantez porque el juego en general no fluía aunque volvió a demostrar que si hay alguien en quien depositar la batuta del equipo, ese debería ser él. Volvió a poner balones de tremenda calidad a los laterales y extremos y combinó bien con Espinosa cuando tuvo ocasión. En el minuto 95 se autoexpulsó con una feísima entrada. Sin Baena, Montoro es fundamental y, aunque comprendemos la dificultad, Montoro tenía que haber controlado la frustración.
ALBERTO MARTÍN (5) INTRASCENDENTE. En El Sadar vimos un paso -o algunos más- hacia delante del capitán en ausencia de Baena. Ayer, ese Alberto Martín que vimos en Pamplona se desvaneció. No hizo mal partido, pero tampoco destacó en ningún apartado. Tiene una difícil papeleta la siguiente semana, pues Oltra sólo le tendrá a él como referente en el doble pivote. Todos tienen ganas de ver brillar a Alberto.
PEDRO Sánchez (6) DESCAFEINADO. Pedro, gol y Granada han ido de la mano de manera tan abusiva que a la mínima que no ve puerta se nota. En Los Cármenes se quiere a Pedro, un jugador con esa innata habilidad de cambiar el sino de un partido. El domingo no pudo. Lo intentó con un disparo alto, una falta que casi levantó a la grada y la más clara, un balón que empaló dentro del área y obligó a Soriano a aparecer. Estuvo especialmente apático en los saques de esquina, aunque en el que sacó bien…
Javier ESPINOSA (6) DESUBICADO. No es que estuviera mal colocado en la formación, pero el partido no se prestaba para una figura como la del canterano del Barcelona. Espinosa no olía el balón en la primera parte. Protagonizó una buena jugada individual que acabó en un chut blando y salió del terreno de juego si pena ni gloria. Pero es que, sencillamente, no era su partido. El Granada no amasó el balón, pero tampoco armó el contragolpe pues el Sevilla esperó atrás. Así, la tarea de poner balones recayó exclusivamente en laterales y extremos, obviando la figura del enganche. Hizo bien Oltra sustituyéndole.
Antonio PUERTAS (5) DESAFORTUNADO. Tuvo la mayor oportunidad del plantel. Se hizo con el hueco de Machís y pudo demostrar todo lo que atesoran sus botas. No lo hizo. Ya no sé si es mala fortuna o si simplemente no encaja. Viendo el encuentro ante el Sevilla, me inclino a pensar que es lo primero. Si tiraba buenos desmarques, el pase era defectuoso. Si el pase era bueno, su decisión era errónea con el balón. Hizo las veces de un segunda punta en varios lances del juego, evitando abrirse siempre hasta la cal. Mejor que en Tarragona. Mucho peor que lo que se espera del mejor Puertas.
JOSELU Moreno (7) EXIGIDO. El domingo en Los Cármenes se escucharon las primeras críticas generalizadas al onubense. En el descanso, muchos no daban crédito porque el delantero no hubiera anotado el empate en un buen centro de Víctor. En la segunda hizo lo que mejor sabe: meter goles. La más difícil. Co un bote de por medio y en un remate al primer toque a la salida de un córner. Dio esperanzas a la parroquia rojiblanca pero su gol se olvidó al respetable cuando el resultado de 1-2 fue definitivo. Se le exige porque se le admira.
El banquillo
Rey MANAJ (7) INTENSO. El albanés salió a disputar gran parte del segundo acto y no estuvo mejor porque defensas y colegiado no se lo permitieron. Se metió en cada pugna, luchó cada balón llovido y recibió más de un recado de los defensas. Siempre trata de hacer lo mejor para ver portería y es que hambre no le falta al delantero rojiblanco. Merece más minutos.
LICÁ (5) SOLUCIÓN. O así debió verlo Oltra, que decidió apostar por el portugués cuando más oscuro estaba el panorama. No aportó demasiado ni consiguió cambiar la velocidad del equipo, al que le faltaba una marcha.
Pierre KUNDE (5) POTENTE. El camerunés cedido por el Atlético demostró su potencia en dos jugadas que provocaron el murmullo. Una para bien, cuando chocó con cuantos jugadores se le cruzaban y siguió con la posesión como si nada. La grada aplaudió tal demostración de fortaleza física. La segunda, una falta lanzada con fiereza pero sin colocación. Se marchó desviada y la grada que le aplaudió se preguntó si era necesario ese cañonazo en una de las últimas ocasiones para empatar. No tuvo demasiado tiempo para voltear la situación.
José Luis OLTRA (7) El entrenador planteó la semana con profesionalidad y con un esfuerzo significativo para no caer en la relajación. Decidió apostar por Puertas en lugar de introducir a Kunde en el esquema y su discurso futbolístico le habría dado la razón de no ser por el primer gol en contra. Hizo un gran trabajo en el descanso, recordando a sus pupilos que antes del dos viene el uno. Un fallo que no le corresponde a Oltra tiró por el suelo el empate de Joselu. Estuvo acertado con el cambio de Manaj aunque, a mi entender, tardó demasiado en introducir a Kunde.
Foto: LaLiga