El expresidente rojiblanco habla en una entrevista en EsRadio de los detalles de su gestión, la lucha con Granada Atlético y ’74’ y la posterior etapa de Quique Pina al mando de la entidad nazarí

Paco Sanz llegó al Granada de la mano de su padre, Lorenzo, en la temporada 2005/06. El exmandatario ha confesado en ‘Es la mañana’ de EsRadio que “me iba a encargar sólo de la parcela deportiva”, pero terminó ocupando el puesto de presidente de un club al borde de la desaparición, en el que su gestión fue vital para reflotarlo.

El madrileño recordó en el programa que “había que pagar una deuda de doscientos y pico mil euros para poder jugar”, algo que parecía tan poco viable que ni siquiera en el consistorio mostraban fe al respecto: “el concejal de Deportes nos dijo que el Granada prácticamente estaba muerto, no tenía viabilidad ninguna”, recalcó el expresidente.

El bajo presupuesto por las deudas afectó, como es lógico, a la parcela deportiva, “se hizo una plantilla prácticamente con amigos míos”, afirmó Sanz. El exfutbolista y posteriormente directivo de la entidad nazarí tuvo que hacer frente a las decisiones de la gestión anterior, de las que asegura que “salían facturas de debajo de las alfombras, había cosas irregulares”. “Se hicieron casi 3.000 socios y en noviembre ya no había dinero para pagar a nadie”, rememora, “ le dije a mi padre que en esas condiciones no iba a seguir, pero al haber arrastrado tanta gente tenía que seguir para adelante por moral”.

Sanz buscó en todo momento que el Granada fuera “un proyecto granadino y para granadinos”, pues señaló que “el verdadero motor de todo es la afición” y recordó el ascenso ante el Guadalajara como “lo más increíble que he vivido en toda mi vida”. Esta masa social fue lo que ayudó al Granada a salir del barro que lo arrastraba a la desaparición mientras los empresarios de la ciudad preferían centrar sus esfuerzos económicos en otros proyectos como el ’74’ o el Granada Atlético, algo en lo que el madrileño afirmó rotundamente que “estaban equivocados con la defunción del Granada, quisieron darlo por muerto antes de que dejara de respirar”.

Sin embargo, el antiguo mandatario del club mantiene que “la postura del alcalde era la lógica” dada la situación que atravesaba un Granada en el que “no había una contabilidad real cuando llegué”. “Un club con 10 millones de deuda es inviable, a toro pasado no sé ni cómo nos metimos”, reconoció ante los micros, “para poder competir en Segunda B tuvimos que pagar una deuda a la AFE el último día, nos ponían trabas hasta para eso”.

“Nos pasábamos los días buscando soluciones”, confesó, “el presupuesto estaba cuadrado, si todo el mundo hubiese pagado lo que tenía que pagar hasta nos habría sobrado dinero”. Sin embargo, pese a las trabas, el Granada consiguió reducir las deudas, salir a competición y volver de sus cenizas para ser lo que hoy es. Sin embargo, el exmandatario quiso recordar que “no fue Paco Sanz, fue la directiva de Paco Sanz” quien sacó a la entidad rojiblanca de esta situación.

Etapa en Segunda B

“Cuando subimos nos sentamos con el alcalde y le pedimos ser autosuficientes, pero que ayudase con la deuda que teníamos con Hacienda y la Seguridad Social, le encajaban los números y así lo hicimos”, quiso recordar, “esa ayuda fue fundamental para poder ponernos al día”. Con respecto al hoy feudo del Granada, Sanz mantuvo reuniones con Torres Hurtado en las que “le dije que no tenía ningún miedo con que el ’74’ jugase en Los Cármenes”, si bien también señaló que “tenía que defender los intereses del Granada Club de Fútbol”, aunque focalizó su tranquilidad al respecto en que “sabía que teníamos la masa social que ellos no tenían, pero era otra piedra en el camino después del Granada Atlético”.

Relación con Carlos Marsá

En cuanto al presidente de uno de los proyectos que rivalizaron con el rojiblanco, Sanz afirmó que “nunca tuve ningún problema con Marsá, de hecho la directiva fuimos a ver partidos de ascenso del ’74’”, aunque insiste en que “tenía que velar por los intereses del Granada, cuando el alcalde me preguntaba le decía que no quería que jugasen en Los Cármenes”.

Etapa de Quique Pina

El sucesor del madrileño no fue otro que Quique Pina, alguien a quien “el granadinismo le tiene que estar muy agradecido por llevar al equipo a Primera división”, si bien dejó claro que “el resto de los problemas ya se analizarán”, pues el expresidente se encuentra en pleno proceso judicial por blanqueo de capital en operaciones de compraventa que tuvieron lugar, esencialmente, durante su etapa en el Granada.

“Tener al Granada cinco años seguidos en Primera es un exitazo”, recalcó Sanz, “estamos hablando de la mejor Liga del mundo”. Sin embargo, el exmandatario dejó patente que “algo huele mal cuando han pasado 200 ó 300 jugadores en tan pocos años”, aunque recordó que “los problemas salen cuando el equipo baja, cuando se mantenían no se decía nada”.