El Granada cae derrotado en Los Cármenes ante un Nástic liderado por Dimitrievski. El macedonio dio un recital en un día complicado para los metas. El cuadro visitante solamente tiró una vez entre palos- el gol- y una al poste. Lo demas, un asedio infructuoso que acabó, para colmo de males, con un penalti al palo lanzado por Machís. No era el día y el Granada, que sí hizo méritos para retener algún punto, hincó la rodilla ante el mejor visitante de la categoría.

Se esperaba que el partido se jugara bajo una tromba de agua. No fue así, pero sí que la tarde se pasó por agua. Y es que al fin Stole Dimitrievski brilló en Granada, aunque lo hiciera defendiendo al Nástic. El cuadro de Tarragona se marchó con un premio que solo su guardameta mereció, si bien es cierto que no se deshizo defensivamente y se mostró  cómodo donde a otros les tiemblan las piernas. Oltra no quiso tocar nada en su maquinaria, a pesar del resbalón final en el Anxo Carro. Por ello, Agra dejó en el banquillo a Pedro y Alberto Martín continuó siendo el engranaje clave en lo que a anclaje se refiere. El Nástic se basó desde bien pronto en la solidez defensiva, con poca distancia entre sus líneas y ayudas constantes para tapar los carriles rojiblancos. Y es que por allí andaban con el peligro entre los dientes un Machís algo individualista y Salvador Agra, presa de los marcadores rivales, que no dudaron en interrumpir el ritmo del portugués a base de faltas. El muro grana solo fue inquietado con disparos lejanos de Kunde o Darwin, con la mala suerte de que el más claro –del venezolano- se topó con un compañero de camino a las redes. En el primer cuarto de hora de juego no hubo apenas ocasiones, hasta que Manu Barreiro puso el miedo en el cuerpo de los valientes granadinistas, con un remate que se estrelló en el palo. Nada se puede reprochar a una afición que acudió al choque a pesar del frío y la lluvia que azotan la ciudad. Respondió con contundencia el Granada con un remate de falta directa ejecutada por Álex Martínez. Apareció por vez primera un viejo amigo de los rojiblancos. Y es que el mejor jugador de los primeros 45 minutos no fue otro que Stole Dimitrievski. Despejó con los puños la falta del lateral zurdo y, poco más tarde, otra falta que lanzó el camerunés Kunde. Jugada polémica esta última. Agra buscó el centro desde el perfil izquierdo y un defensor detuvo el balón con sus brazos. Parecía estar dentro del área por lo que, al señalarlo, todos miraron al punto de penalti. Sin embargo, Pulido Santana señaló la infracción justo fuera del área.

Cuando más cerca parecía estar el Granada de obtener el premio, Omar echó dos monedas y rompió la banca. Primero con un remate en el segundo palo que, afortunadamente, no cogió portería. Pero en el segundo intento, desde la frontal, el canario la colocó muy pegada al poste, donde poco podía hacer Varas (0-1). El mazazo, por que como tal se sintió, despertó de nuevo la inquietud en la grada. El cuadro rojiblanco quiso reponerse con una jugada a balón parado que pudo ser el empate, pero Víctor Díaz no dirigió bien el remate. El Nástic mantuvo la compostura a pesar del arreón rojiblanco con el que terminó el primer tiempo, permitiendo la zaga solamente un duro chut lejano de Kunde. El camerunés, de nuevo, se encontró con un inspirado Dimitrievski, que se lanzó a un balón que había cogido velocidad al botar, consiguiendo atraparlo y no conceder segunda opción a los Ramos o Machís. Así se acababa el primer acto.

El segundo tiempo puso de manifiesto la urgencia que tenía el Granada para empatar, faltando quizá algo de paciencia cuando el cuero llegaba a las inmediaciones del área tarraconense. Machís, en la frontal y tras un rechace, probó fortuna con un disparo seco que atrapó de nuevo el portero del club catalán. Impaciencia a la que refutó uno de los cambios más tempranos si obviamos los derivados de alguna lesión. Entró Joselu para abrir la lata y lo haría, pero en un justo fuera de juego que sí acertó a ver el línea. Poco antes, Dimitrievski había añadido a su galería una doble intervención de mucho mérito. Méritos que sí hacía el Granada para, al menos, igualar la contienda. Machís realizó una sensacional jugada dentro del área, pero su pase no encontró rematador antes de ser despejado. El Nástic, durante toda la primera hora de juego se mostró cómodo mientras los de Oltra ganaban terreno. Manu Barreiro fue la nota discordante en el asedio rojiblanco, con un disparo lejano que buscó sorprender a Varas, el balón salió desviado. La desesperación rojiblanca tenía culpable. A falta de veinte minutos, un balón muy pasado en un córner se convirtió en la mejor ocasión del Granada. Joselu remató tan mordida que resultó un excelente centro a Flores. Desde el área chica, el central gaditano cabeceó a gol, pero Dimitrievski atrapó el balón en la línea de gol.  No era el día para celebrar ningún tanto. Pedro entró y estuvo muy acertado en los pocos balones que colgó al área. Joselu volvió a tenerla en el segundo palo pero no llegó al peligrosísimo centro que puso Víctor Díaz. Cuando el partido parecía no guardar sorpresa alguna, en un córner pasado, Machís controló y fue objeto de penalti claro. El árbitro no dudó en señalarlo y el venezolano tomó la responsabilidad. Pero engañar a Dimitrievski no fue suficiente y el balón fuerte y ajustado se encontró con el poste. Los cinco de añadido no fueron consuelo para los desesperados rojiblancos, pues cada balón que sobrevoló el área se encontró con un colosal macedonio. En sus manos murió el encuentro y el Granada se marchó sabiendo que hacer todo lo posible no siempre es suficiente. El Nástic se llevó el botín y dejó claro por qué es el mejor equipo de Segunda lejos de su feudo. Se esperaba mucha más lluvia, pero al final fue Stole el que aguó la fiesta.

Foto: LaLiga

FICHA TÉCNICA

Granada CF: Varas; Víctor Díaz, Chico Flores, Saunier, Álex Martínez (Pedro, 80´); Alberto Martín (Joselu, 56´), Kunde; Salvador Agra (Hjulsager, 70´), Peña, Machís; y Ramos.

Gimnástic de Tarragona: Dimitrievski; Arzo, Fali, Pleguezuelo; Otar Kakabadze, Gaztañaga, Omar (Assoubre, 65´), Tete Morente, Abraham; Uche (Álvaro, 72´) y Manu Barreiro (Javi Márquez, 82´).

Goles: 1-0; Omar Perdomo (36´)

Árbitro: Juan Luis Pulido Santana, amonestó a Pleguezuelo (20´), Tete Morente (42´), Kakabadze (83´), Pierre Kunde (85´), Abraham (85´) y Álvaro (85´)