El Granada disputó la sexta jornada liguera en el Estadio de Riazor donde cayó derrotado por 2 a 1. Un penalti en el mejor momento del Granada, tras un error garrafal de Álex Martínez, desestabilizó  a los andaluces. El punta Quique González anotó los dos tantos deportivistas tras realizar una gran actuación. Ángel Montoro maquilló el resultado en el último minuto con un golazo de falta. Los rojiblancos se sitúan en la cuarta posición

Llegaba el momento de demostrar las magníficas sensaciones que había transmitido el conjunto de Diego Martínez, hasta la fecha, en una plaza grande como es el mítico Riazor. Un feudo que ha celebrado un título liguero de la máxima competición y lloró con el penalti fallado de Djukic en el último segundo del cronómetro. Un lugar de Champions a las orillas del Atlántico, el rincón perfecto para dar un contundente golpe en la mesa de la Liga 1|2|3 pero un error de alevines destrozó las opciones de ejecutar un plan que parecía viable, sobre todo en la segunda mitad cuando el duelo empezaba a tomar tintes rojiblancos. Un digno plantel en un enclave donde caer derrotado formaba parte de un guión dentro de la normalidad.

El Granada colocó a su mejor alineación posible, un once titular innegociable para Diego Martínez con la variante de José Antonio Martínez y Quini, aunque el técnico nazarí no quiso tocar lo que había funcionado frente al Rayo Majadahonda. Los deportivistas mostraron sus ganas de reivindicarse con una victoria desde los primeros minutos de juego pero el Granada apareció muy bien plantado sobre el verde gallego. El Deportivo fue carburando durante el primer cuarto de hora y empezó a relucir el potencial que atesora una plantilla con armamento de élite comandado por el combativo Quique González, reaparecía tras la lesión, que empezó intentándolo tras una eficaz finta sobre San Emeterio pero encontró una buena respuesta del meta luso. Una hora más tarde, grabaría su nombre en el choque con un doblete. La primera llegada con serio peligro para el arco nazarí volvió a salir de las botas del punta deportivista pero esta vez, el remate fue defectuoso y estrelló el esférico en el poste cuando Rui Silva estaba vendido por completo tras taponar una magnífica jugada de Saúl, que dejó atrás a Víctor. El Granada no sufría, excesivamente, pero los mediapuntas de arriba no terminaban de conectar y prácticamente no inquietaron a Giménez durante los primeros noventa minutos. Los rojiblancos, esta vez de negro, no asomaban por la portería rival pero las gradas de Riazor comenzaban a mostrar signos de nerviosismo con la falta del gol coruñés y la tranquilidad de los granadinistas en el césped que saben demostraban saber sufrir sin agobiarse.  La consigna parecía clara, el partido que había diseñado el gallego en su vuelta a la tierra de las Meigas era jugar con la desesperación local y poner Riazor, en construcción, patas arribas. Natxo buscó aumentar el dinamismo a su reconocido rombo con la entrada de Expósito, un cambio que hizo triunfar al míster vitoriano, en lugar de Didier Moreno y posteriormente, Diego intentó aplicarle mordiente al fútbol nazarí con la entrada de Álex Pozo, en detrimento de Fede Vico. El cordobés parecía sufrir molestias físicas. Cuando parecía que el Granada estaba más cómodo sobre el terreno de juego, llegó el error garrafal de Álex Martínez que desembocó en el gol de penalti de Quique González. El lateral sevillano perdió la concentración en el control del esférico en el área, se le marchó la bola y zancadilleó al rival. El delantero engañó a Rui Silva y anotó a placer para subir el primer gol al marcador en el 68, su primera diana de la noche. Segundo error grave de Álex Martínez en la recta final de un partido que le cuesta los puntos a los granadinos como el día del Lugo. Los nazaríes apretaron arriba para restablecer las tablas en el electrónico pero los gallegos se quitaron un peso de encima cuando más complicado se le ponía el choque. El Dépor aprovechó la rapidez de Cartabia sobre Germán para armar el contragolpe, lo siguiente lo hizo perfectamente Edu Expósito para servir el balón a Quique, que colocó la guinda tras realizar un buen escorzo y cruzar la pelota a Rui Silva. El Granada con 2 a 0 en contra, lo intentó tímidamente con la entrada de Juancho, que se sumaba a Rodri pero hasta el minuto 90 no llegó el golazo de falta de Ángel Montoro que la colocó en la escuadra. El colegiado añadió tres minutos de prolongación pero no hubo más fútbol en La Coruña. Un tanto que sirvió de maquillaje pero que puede acabar siendo muy valioso en la jornada 42 de la Liga 1|2|3 debido al ‘golaverage’ entre ambos conjuntos, que no han demostrado ser superiores ni inferiores cuando se han enfrentado cara a cara pese al resultado favorable para los coruñeses.

El Granada de Diego Martínez corta su racha de imbatibilidad en el campeonato doméstico pero sigue inmerso en la zona alta de la clasificación donde ocupa la cuarta posición con 11 puntos empatado con el Alcorcón y el propio Deportivo. El ascenso directo se sitúa a 3 puntos. El próximo sábado, los granadinos tienen la oportunidad de recuperar la senda victoriosa frente al colista, el Córdoba de Sandoval. Un partido ‘a priori’ asequible pero que la experiencia reciente demuestra lo contrario. El objetivo sigue estando en sumar puntos para el zurrón granadino. Quedan 39 obligatorios.

Ficha técnica

Deportivo de La Coruña: Giménez; Simón, Duarte, Mari, Saúl García; Mosquera, Didier Moreno (Edu Expósito), Carles Gil (Cartabia), Vicente Gómez; Quique (Bergantiños) y Carlos Fernández.

Granada Club de Fútbol: Rui Silva; Víctor Díaz, Germán, Martínez, Álex Martínez; Montoro, San Emeterio, Fede Vico (Pozo); Vadillo (Juancho), Puertas y Adrián Ramos (Rodri).

Moreno Aragón ha amonestado al jugador local Pablo Marí.

Foto: La Liga