El extremo hervense ha repasado su llegada al club rojiblanco y sus primeros pasos en el fútbol | Defiende el mantra que tan buen resultado ha dado al equipo y asegura que “me quedan muchas cosas que mejorar todavía”

Tras crecer a una velocidad de vértigo en las categorías inferiores del Sevilla FC, Alejandro Pozo decidió este verano abandonar el nido, volar en busca de los minutos que el Pizjuán aún no le podía conceder. Aterrizó en la ciudad de la Alhambra, de la mano de Diego Martínez, donde tardó poco en convertirse en un hombre clave en el Granada CF, y aún menos en ganarse a una deprimida hinchada.

Se presentó con una apariencia juvenil, de instituto, envuelto por una capa de candidez que, sin embargo, esconde todo un torbellino, una locomotora coordinada por una cabeza bien amueblada. A sus 20 años, sabe latín, y se encuentra plenamente asentado en una exigente Segunda División en la que sus cabalgadas no pasan desapercibidas.

Pregunta: ¿Cómo estás viviendo tu primera experiencia lejos de casa?

Respuesta: Ha sido la primera vez que salgo de casa y la verdad es que me he sentido muy cómodo aquí desde que llegué. Siempre me han transmitido mucha tranquilidad. El míster ya me conocía y sabe cómo manejarme, por lo que ha sido todo más fácil.

P.: Entraste en la cantera sevillista con ocho años y fuiste creciendo rápidamente. Pasaste por la Youth League, viajaste con la Selección Sub-19 y, con 17 años, debutas en Segunda División. ¿Cómo asumes la velocidad a la que estás quemando etapas en tu carrera?

R.: Siempre me dicen que he pasado a la élite muy joven. Yo lo intento asimilar de la mejor manera, tratando de aprender día a día una cosa nueva. Es cierto que debuto con 17 años en Segunda, pero, aun así, me quedan muchas cosas que mejorar todavía, incluso este año. Estoy teniendo la suerte de que las cosas están yendo muy bien, vamos avanzando a pasos agigantados y ojalá pueda seguir la cosa adelante.

P.: En tu debut con el Sevilla Atlético, donde coincides con varios jugadores de la actual plantilla del Granada, cuajáis una buena temporada pese a que el objetivo era la permanencia.

R.: En el Sevilla Atlético, el objetivo es mantenerse. Ese año teníamos un buen equipo, una buena plantilla y, dentro del vestuario, un grupo muy unido. El míster lo consiguió y en el campo respondimos bien. Acabamos la Liga en muy buena posición y disfrutando del fútbol, que es lo importante.

P.: Sin embargo, al siguiente curso no lográis salvar la categoría. ¿Qué piensas que te aportó esta experiencia?

R.: Al año siguiente, se dieron muchas circunstancias. Se fueron jugadores importantes del equipo, llegaron jugadores también muy jóvenes que subieron de la cantera… Fue un cúmulo de circunstancias. Al final, pecamos de juventud y no pudimos conseguir el objetivo, que era la salvación. Aun así, te quedas con lo mejor de la temporada. Asimilas que es un descenso pero que has aprendido muchísimo en ese año, porque esta carrera es muy larga y te tiene que tocar alguna vez. A mí me tocó el año pasado y se vivió aprendiendo, asimilando que es un descenso y que hay que seguir aprendiendo y seguir mejorando.

P.: Caparrós quería que continuases en el equipo y, de hecho, considera que pronto debes acabar en el primer equipo del Sevilla, con quien tienes contrato hasta 2020. No es mal aval, ¿no?

R.: -Risas- Sí, él me transmitió que quería que me quedara, pero yo pensé que lo más importante para mí era salir a disfrutar de minutos y jugar. En el Sevilla, no me lo garantizaban. Es un primer equipo y es muy complicado jugar. Ahora mismo, con mi edad, yo pienso que debo jugar aquí. He venido a Granada y estoy jugando, el míster me está dando confianza, y yo se lo agradezco. La verdad es que es lo mejor para mí, disfrutar de minutos con esta edad y seguir disfrutando del fútbol.

P.: Llegaste este verano al conjunto nazarí, donde, como has mencionado, te reencuentras con Diego Martínez, que fue el entrenador que te hizo debutar en Segunda. ¿Qué papel jugó en tu incorporación al cuadro rojiblanco?

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R.: La verdad es que fue muy importante para decidirme por Granada. Es cierto que había más equipos, pero él, que me conoce y me hizo debutar en Segunda División, me llama y me transmite unas cosas que él quiere para el equipo. En cuanto le cuelgo, hablo con mi representante y con mi padre para decirles que hagamos todo, que tiramos para Granada. Y así fue. Lo intentamos hacer lo antes posible y aquí estoy, muy a gusto y muy contento.

P.: Tu fichaje generó mucha expectación en la hinchada, que ya en tu primer encuentro te ovacionó. ¿Cómo viviste ese recibimiento en Los Cármenes?

R.: Estaba muy contento -se le escapa una sonrisa-. Yo siempre le he dado las gracias a la afición porque, desde el primer momento, me ha ayudado y me ha animado. Hay partidos buenos y partidos malos, pero, aun así, los aficionados han estado muy bien conmigo, me han tratado de forma espectacular. Es algo que en Sevilla, al estar en un filial, no se vivía de esa manera, no venían tantos aficionados. El primer año, sí vinieron, pero ni mucho menos como lo hacen aquí, y ver un estadio con tantas personas coreando tu nombre o animándote te da un plus de positividad para intentar hacerlo lo mejor posible.

P.: Desde el primer día has sido una pieza clave en el esquema del Granada. ¿Qué te supone tener tanta importancia en tu primer proyecto fuera de una cantera?

R.: Lo asumo con tranquilidad. Trato de seguir aprendiendo día a día de todo lo que me aportan el equipo y los jugadores. Yo intento también aportar mi granito de arena al equipo y, bueno, sí que es verdad que es un cambio de un filial a un primer equipo, pero me he aclimatado muy bien. Además, los jugadores y el propio cuerpo técnico me han ayudado para adaptarme lo antes posible, y así ha sido. La verdad es que estoy muy contento.

P.: Este Granada comenzó pasito a pasito, pero no tardó en plantarse en ascenso directo.

R.: Siempre lo decimos: lo mejor es ir pasito a pasito. Es lo que desde el principio nos está dando frutos en el campo y lo vamos a seguir pensando hasta el final. Pase lo que pase, al final es cuando hablaremos, pero hasta el momento, vamos paso a paso, a seguir disfrutando de cada partido y tratar de conseguir los tres puntos.

P.: Surtió efecto pensar solo en el reto de cada jornada.

R.: Sí. Una vez que te metes que tienes que ir partido a partido y no piensas en lo que va a venir después, todo es mucho mejor. Si te pones a pensar lo que va a pasar al final de la temporada, tienes la cabeza en otro sitio que no es el campo. La verdad es que nos está yendo muy bien. Ojalá siga la cosa así.

P.: El mensaje caló, pero, además, en el vestuario se ha formado un buen grupo, como han destacado recientemente Víctor Díaz y Rui Silva. ¿Qué factor crees que ha influido más en el buen rendimiento del equipo?

R.: Creo que el factor de la unión del equipo es muy importante y que los partidos los ganamos por la unión que tenemos. Se trata de un grupo. Todos nos llevamos genial y, cuando los partidos se ponen complicados, sacamos lo que tenemos ahí, dentro del vestuario. Siempre conseguimos algo que no se espera nadie.

P.: En la primera vuelta, se ha visto la mejor versión del equipo, que parece disfrutar cuando aprovecha tu velocidad, así como la de Vadillo, Puertas y Fede Vico. ¿Es galopando cuando más cómodos os sentís?

R.: Sí, nos gusta que haya campo para correr. Es nuestro fuerte y lo intentamos explotar. Cuando se ponen los partidos feos, siempre intentamos que haya espacios para nosotros y aprovecharlos de la mejor manera posible.

P.: En esta primera vuelta, además, superaste tu mejor registro goleador como profesional, y lo hiciste a base de golazos.

R.: Sí, la verdad es que este año he superado mi cifra de goles que tenía anteriormente. Soy un jugador muy joven, pero ya llevo dos años compitiendo en Segunda División y este es mi tercero. Hay que ir poco a poco, aprendiendo cada año. No siempre se van a tener partidos buenos, pero soy un jugador muy joven e intento quedarme con todo y seguir aprendiendo. Ojalá puedan llegar este año muchos más goles y pueda acabar con una buena cifra.