

Manu Salinas, granadino de nacimiento y sentimiento, es el hombre-gol del rival del Granada en Copa del Rey
Lo más bonito del fútbol a menudo son las historias que esconde detrás. Una de ellas, coincidiendo con el cruce de Copa entre Granada y L’Hospitalet es la de Manu Salinas, el ariete del club catalán.
Granadino de nacimiento, Salinas se crió en a los pies de la Alhambra hasta los siete años. Fue entonces cuando se trasladó a Ibiza. Pese a ello, el futbolista del club hospitalense aún guarda importantes lazos con su ciudad natal. «He vivido en Ibiza desde los siete años, pero tengo una casa en Granada y mi familia vive allí», comenta.
La suerte ha querido que el camino de este granadino se cruce con el conjunto nazarí en un choque que será especial para él ya que «cuando eres pequeño en Granada, tu sueño es jugar en el equipo de tu tierra». Manu Salinas cuenta que «muchos familiares son seguidores del Granada», algo que también influye en lo extraordinario del partido.
Con la incógnita de saber si se jugará en el Municipal de L’Hospitalet o se tendrá que buscar una nueva ubicación – debido a la nueva normativa de la Copa del Rey, aquellas eliminatorias en las que al menos uno de los implicados sea profesional, el campo tendrá que ser de césped natural – el delantero afirma que le hubiera gustado jugar en Los Cármenes, por tener el apoyo de su gente.
Con ocho goles, Salinas es la mayor amenaza en esta contienda para el equipo nazarí. Pese a su buen momento de forma, no quiere mojarse en cuanto al resultado. «Al final se enfrentan un equipo de Primera y uno de Tercera y sabemos que no será fácil», señala, aunque eso sí, tiene muy claro que «si hay algo en lo que no nos van a ganar es en ilusión».