Adrían Colunga fue el fichaje que realizó el Granada en el mercado invernal de 2014/2015 para completar su delantera. El asturiano sólo jugó cuatro partidos con una tarjeta roja como único bagaje

Tras un gran inicio de campaña 2014/2015, el Granada de Joaquín Caparrós se desplomó en el tramo intermedio de la temporada. La destitución de técnico sevillano dio lugar a la llegada de Abel Resino de nuevo al banquillo nazarí. En invierno llegaron refuerzos como Lass Bangoura, Ruben Pérez o Adrián Colunga.

Especialmente ilusionante fue la llegada de este último entre la parroquia nazarí, dada la falta de gol de sus delanteros. Sin embargo, el paso del ovetense por la ciudad de la Alhambra fue desastroso. Debutó en el Estadio de La Cerámica en la derrota del Granada por 2-0 y consiguió la titularidad la semana siguiente ante el Athletic de Bilbao, siendo sustituido a la hora de partido. Siete días después fue expulsado ante el Levante y no volvió a jugar hasta dentro de un mes, cuando participó en el empate a cero ante el Eibar. Ese fue su último partido de rojiblanco horizontal.

Tras salir del club nazarí, voló hacia Mallorca, donde tampoco triunfó. Anorthosis y Goa fueron sus últimos equipos antes de retirarse.