Torrente despeja una pelota ante la presencia de su compañero Hernández y el visitante Ledesma. Foto: Ana Miñón Rada

El defensa rojiblanco se estrenó en Segunda B con el Recreativo Granada en el partido frente al Córdoba

El pasado domingo en la Ciudad Deportiva del Granada, el Recreativo puso en marcha una nueva temporada que comenzaba con tres jornadas de retraso tras el brote de coronavirus que afectó a la plantilla tras el ‘stage’ marbellí. Los cachorros rojiblancos, mermados por las bajas para cubrir las plazas del primer equipo en San Sebastián, recibían a un Córdoba crecido en segunda posición.

A pesar de haber viajado con la primera plantilla a Chipre, João Costa, Arnau y Torrente podían jugar al tener la RFEF un protocolo diferente para Segunda B. Precisamente vamos a tratar hoy el partido que realizó Raúl Torrente, central que llegó a las inferiores de los nazaríes en la temporada 2018/19.

A las órdenes del murciano estuvo dos temporadas Rubén Torrecilla, entrenador del Granada CF Juvenil A en División de Honor, hasta que renovó hasta 2022 y este verano pasó a formar parte de ‘Recre’. El joven futbolista completó sus primeros minutos con el filial de manera notable, formando la zaga central junto a Antonio Montoro. Torrente aportó contundencia, determinación y madurez frente al conjunto califa. Nada que le pille por sorpresa al preparador granadino. «Tiene mucha envergadura y buen trato de balón. Es muy bueno en el juego aéreo, con contundencia a nivel defensivo«. Algo que ha cambiado y evolucionado, ya que el propio Torrecilla señala que cuando llegó a la entidad nazarí «le costaba mucho defender y tenía limitaciones en la salida de balón».

Además, añade que «llegó a prueba al club. Estuvo dos años con nosotros y ha tenido una progresión muy buena, llegando a rechazar ofertas para quedarse aquí. Es un jugador de futuro para el primer equipo«, augura el entrenador; que a su vez desea que se siga trabajando adecuadamente con él.