Domingos Duarte salta por encima de Mina y Yangel durante el partido de ayer. Foto: Pepe Villoslada/GCF

El Granada logra un punto de casta y coraje ante un correoso Celta que le permite seguir en la pelea por las plazas europeas

Puede que después del duelo frente al Celta muchos aficionados se quedaran algo fríos tras el empate de ayer después de la insistencia de los rojiblancos en llevarse los tres puntos en casa. Pero viéndolo desde otra perspectiva, ¿cómo lo ven si les digo que el Granada tiene dos puntos más que la temporada pasada en la misma jornada solo que con nueve partidos más disputados?

La diferencia y el desgaste físico es abismal, y eso le da aún más mérito a este equipo de autor de Diego Martínez, su cuerpo técnico y directiva. Y es que no es fácil afrontar un combate contra el equipo del recién recuperado ‘Príncipe de las Bateas‘ con un Iago Aspas desatado a por el gol a quien trataron de domar Vallejo, Domingos y compañía.

Tampoco es fácil afrontarlo después de lo que supone no tener a tu disposición a jugadores como Luis Milla, Gonalons, Quini, Lozano; o a Luis Suárez y Yangel Herrera tocados. Lo de Quini es un palo, y de los gordos. Un jugador comprometido que el calvario de las lesiones una vez le han vuelto a lastrar, y no se podrá volver a contar con él.

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En el día de ayer, el Granada tuvo ocasiones para decantar la balanza hacia su lado, pero al frente estaba Rubén Blanco en modo heróico para evitar el tanto nazarí con paradones a Machís, Foulquier, Kenedy… Aunque el Celta también tuvo las suyas. Y cómo no iba a ser otro que él, Iago Aspas, que no olvida aún el marcaje de José Antonio Martínez sobre él la pasada campaña. Esta vez tuvo que bailar con Domingos Duarte, que le borró la sonrisa en un gol casi cantado por los celtiñas.

Al final del partido y ya en frío, este punto debe ser muy valorado, ya que no es nada fácil buscarle las cosquillas al equipo del ‘Chacho’ Coudet. Cada punto logrado es una pequeña victoria moral, que debe ser saboreada como se merece. Y el miércoles, otra oportunidad de engrandecer -más si cabe- la reciente historia de este club ante el FC Barcelona de Ronald Koeman en cuartos de final de Copa del Rey. Una de las únicas cosas gratis que hay en la vida es soñar, así que agárrense a ello más que nunca y luzcan la rojiblanca horizontal por las calles con orgullo.