Uzuni durante una acción del partido. Foto: Pepe Villoslada / GCF

Los de Karanka sufren la primera derrota de la temporada en un mal partido típico de la Segunda división.

El Granada ya no es un equipo imbatido, consiguió derrotarle el Andorra, que llegaba muy motivado por ser su primer encuentro profesional en su estadio. Ya desde los primeros minutos se pudo ver la diferencia de intensidad con la que salieron uno y otro equipo. Tan solo fueron necesarios cinco minutos para que los locales consiguieran el gol que valió tres puntos, un error dantesco de la defensa nazarí -especialmente de Ricard, que rompe el fuera de juego y pierde su marca- que dejó solo al atacante Ivan Gil ante Ferreira. Resolvió el español con una magnífica vaselina. A pesar del gol recibido -el primero de la temporada- el cancerbero portugués realizó un buen partido con varias paradas con las que comienza a demostrar sus habilidades. A partir del gol el Granada jugó unos muy malos minutos en los que apenas toco balón, sin recibir peligro andorrano pero sin protagonismo alguno. Durante la primera parte, ya en los minutos más cercanos al descanso, los rojiblancos gozaron de algunas ocasiones pero sin la efectividad vista hasta ahora.

El segundo acto comenzó con los mismos hombres que acabaron los primeros cuarenta y cinco minutos, aunque Karanka quiso cambiar rápido el partido con un doble cambio: se retiraron Quini -muy errático en sus acciones- y Arezo -totalmente ausente durante la hora que estuvo en el campo- y entraron Silva y el recién llegado Perea. En la segunda parte los locales no controlaron tanto el partido pero sí que fueron capaces de aguantar al Granada. A falta de media hora, cuando los andaluces vivían sus mejores momentos, el VAR anuló un gol a Puertas por una mano previa a su cabezazo. Ricard realizó una gran acción individual y ofreció un buen centro que Uzuni remató con la mano, el colegiado no la vio y la jugada continuó, Callejón volvió a meterla al área y Puertas remató. No dispuso de más acciones tan claras el Granada tras esta invalidación, tuvo acercamientos pero sin crear tanto peligro a Raúl Lizoain, meta del combinado tricolor. Ya en los minutos finales participaron Rochina, Molina y Cabaco, este último por lesión de Ignasi Miquel -a priori no parece nada grave, más que alguna sobrecarga-.

Se notó mucho la ausencia de Melendo, no solo por la falta de su magia y calidad, también por quien le sustituyó, Arezo, que no aprovechó su segunda titularidad. También se echó de menos que Sergio Ruíz estuviese más participativo y ayudase a la fluidez del balón. Llega la primera derrota pero no debe llegar el dramatismo, esto es Segunda y no es un paseo, se sufrirá mucho para conseguir el objetivo de volver a la élite, siempre y cuando se trabaje, se subsanen los errores y, como dice Karanka, se tenga humildad.